Un
enjambre es una multitud de seres que se mueven al unísono y con una misma
intención formando un solo cuerpo.
Esta
colonia de manos manifiesta la fuerza de la unión y la acción colectiva, un
tejido donde cada mano suspendida es un gesto latente, cada hilo que cuelga es
una posibilidad de conexión, una historia que busca entrelazarse.
Así, Enjambre se convierte en un dispositivo poético para reflexionar sobre los principios que rigen los paisajes contemporáneos del comportamiento humano y las lógicas del pensamiento con las que habitamos el mundo.
En un
presente atravesado por redes sociales que simulan patrones de enjambre, las
interacciones humanas parecen multiplicarse sin consolidar una verdadera
comunidad -como un espejismo donde las voces se replican al infinito sin lograr
comprendernos.
La obra
nos invita a repensar cómo habitamos este suelo compartido, nuestro estar -siendo
en comunidad, y a recordar que apenas somos una hebra en la vasta trama de la
vida cósmica.



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